viernes, 18 de septiembre de 2009

Mayas


Los chamanes mayas utilizaron una amplia parafernalia vegetal y sustancias enteogénicas para curar enfermedades de tipo psicosomático. Su farmacopea incluía, además de hongos alucinógenos, la flor de loto blanca o lirio de agua y tabaco.
Según la antigua cosmogonía maya, la ingestión de hongos permite al chaman el accesos al mundo de chac para controlar la lluvia desde allá. Al parecer la religión maya fue compleja y estratificada y tuvo distintos sacerdotes con diferentes tareas a cargo. Los encargados de las interacciones chamánticas fueron los ah men o chilam. El sacerdote usaba éxtasis y las prácticas adivinatorias como forma predilecta para comunicarse con las fuerzas vitales de la naturaleza, y para convertirse en la personificación del maíz o la lluvia. El nenúfar o flor de loto blanco, que se usó como alucinógeno y llegó a ser símbolo de linaje, aparece frecuentemente en los tocados de los gobernantes mayas. Este nenúfar también fue considerado como un eslabón en la cadena de la fertilidad: los peces de los estanques y los ríos se alimentaban de esta planta, esa agua fertilizaba el suelo, lo que a su vez permitía el crecimiento del maíz. El loto blanco también fue un símbolo de la muerte y en las representaciones escultóricas se le ve emergiendo de las partes del cuerpo asociadas a los sentidos.

Hay otros intoxicantes en la cultura maya. El balché es una bebida ceremonial que se preparaba con miel y agua de cenote, para formar aguamiel; después, tras secarse en el sol , se agregaba corteza del árbol de balaché al aguamiel para fermentarse en vasijas de barro. Se utilizó para hacer libaciones en las ceremonias comunitarias; aún lo usan los mayas lacandones.

Otro intoxicante que pudo haberse utilizado entre los mayas proviene del sapo, que secreta a través de la piel y glándulas una sustancia conocida como bufotenina. Ésta produce una acción alucinógena intensa, pero si se ingiera a grandes cantidades también puede provocar efectos cardiovasculares peligrosos.



En los códices mayas, los hongos pueden aparecer relacionados con sacrificios humanos.


En esta imagen se puede ver que el sujeto yace preparado para el acto del sacrificio y sostieme en u mano un hongo sujetándolo del tallo, también se observa la parte inferior del sombrero de un hongo.




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